miércoles, 9 de febrero de 2011

"¡Arriba la Esteban!"

Cuando Belén Esteban visitó Pamplona (aún no sabemos por qué) hace tiempo, ese fue uno de los gritos que se escucharon a su paso. Y yo, como PTV (Pamplonica de Toda la Vida) no pude hacer nada más que sentir vergüenza y pena. Eso y comprobar cómo la televisión tiene una gran influencia en nuestra vida diaria.

Hoy en día el canal Telecinco en sí se ha convertido en el “hazmerreír” por parte de los que aún conservan algo de gusto televisivo, y por el contrario es el preferido de otra parte de la sociedad. Y por desgracia es una parte muy grande. ¿Qué estamos haciendo mal?

Personalmente, aún no he sido capaz de ver durante más de quince minutos el programa de Sálvame. He dicho ver, aunque quizás el concepto más adecuado sería soportar. En este programa todo son gritos, discusiones, voces acaloradas… Lo que lo convierten para mí en algo insufrible. Y cuál es mi tristeza que conforme aumenta mi odio hacia ellos, aumenta así mismo su franja de emisión, hasta haber llegado a un punto en el que se emite diariamente. Realmente no sé si tendrán contenidos suficientes para elaborar un programa diario, pero mucho me temo que a su audiencia esto es lo que menos les importa. Es un público que está dispuesto a ver una y otra vez las mismas discusiones, los mismos debates, que, lejos de ser temas culturales o con algún matiz de interés o importancia, son una serie de temas basados en parejas y rupturas, engaños, cotilleos… Y cuánto más morbosa es la situación, más seguidores tendrá la emisión.

Sálvame está formado por un equipo de personas sin dignidad, cuya importancia es cuánto dinero podrán ganar a cambio de venderse a sí mismos. Mirando los curriculums de los habituales reporteros de este programa son muy pocos los que tienen una titulación de periodista. La gran mayoría provienen de programas como Gran Hermano o Mujeres y Hombres y viceversa, que se han hecho famosos debido a polémicas o aspecto físico. Han llegado al éxito de diversas maneras pero la gran mayoría alejada por desempeñar bien su trabajo como periodistas. Viendo estos datos, y junto a que Sálvame es uno de los programas que más quejas acumula por violar el Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia, sorprende que siga en antena, y no tan sólo eso, sino que tenga una gran audiencia que le permita ir expandiéndose en antena, adquiriendo poco a poco más franja de emisión.

Todo esto es consecuencia de la sociedad en la que vivimos, en la que tiene más importancia el aspecto físico que la persona. Los rumores y cotilleos acerca de parejas famosas importan más que los estudios, y las revistas de prensa rosa se venden más que los libros. No podemos señalar a Telecinco, (o Telecirco como muchos la llaman), como único culpable, sino que deberíamos de plantearnos iniciar una revolución televisiva, e implantar algo de cultura y gusto en ella. No podemos permitir que la ignorancia se vaya apoderando de la cultura, y no hagamos nada al respecto. Hace tan sólo unos días desde que CNN+ cerró para dar paso a un canal de 24h de Gran Hermano. ¿Es eso la televisión que queremos? ¿Desde cuando la telebasura tiene preferencia sobre las noticias?

Pero el fenómeno Telecinco va más lejos de la pantalla. Después de realizarse un estudio, se declaró que Belén Esteban podría quedar en tercera posición en caso de presentarse a las elecciones de gobierno. Aquí queda patente el poder e influencia que tiene este personaje en nuestra sociedad. “La princesa del pueblo”, como se le conoce, ha sido objeto de mofa después de decir frases como “El Lazarillo de Tormes fue escrito por nadie”, “Pareces el jorobado de Rotterdan este…”, o mandar comer pollo a su hija en directo desde la televisión. Sin embargo, esto parece no ser suficiente para que una gran parte de la población española se plantee su voto a la hora de elegirla presidenta del gobierno. No quiero ni imaginarme las consecuencias que tendría este hecho en un país que no pasa por su mejor momento ni mucho menos.


Creo que aún estamos a tiempo de salir de la ignorancia en la que nos encontramos y tratar de poner una solución al gran problema que tenemos entre manos. Me niego a estar cursando una carrera de comunicación y soportar chistes del tipo: “Venga, que igual logras compartir plató con la Esteban y el Kiko”. Los comunicadores de hoy en día optamos a algo más, o eso espero.

Aún podemos salvar la televisión y convertirla en una herramienta de entretenimiento pero en condiciones, y no basada en la ignorancia y estupidez. No permitamos que la televisión nos rebote en la cara, asumamos el mando e inyectemos algo de calidad en las pantallas.

Porque como muchos pensamos… ¡Arriba la Esteban… Sí, y después la soltamos!


Mi ensayo sobre "El hechizo audiovisual"... Aún espero la nota.

2 comentarios:

  1. "Hace tan sólo unos días desde que CNN+ cerró para dar paso a un canal de 24h de Gran Hermano. ¿Es eso la televisión que queremos? ¿Desde cuando la telebasura tiene preferencia sobre las noticias?"

    Desgraciadamente, tú y yo no, pero mucha gente sí. Y la audiencia manda. El dato, nos guste o no, es objetivo: desde que CNN+ dio paso a GH24h, su audiencia se ha triplicado. Que Dios nos coja confesados...

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  2. Hoy mismo comentaba en la comida cosas como esta, degeneraciones de lo que surgió para ser útil para la gente y ahora... bueno, tú lo has dicho todo ^^

    Esperemos que esa nota sea buena, y así, merecida :)

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